REFINANDO Y EXPLORANDO LOS 6 SENTIDOS
6 SENTIDOS. Desde que por la mañana abrimos los ojos, nos invaden cantidades de estímulos cargados de imágenes, sonidos y olores variopintos, algunos agradables y otros no tan agradables, sensaciones táctiles y propioceptivas. Pero son sensaciones a las que ya nos hemos acostumbrados y están en nuestro piloto automático.
Los sentidos son puertas abiertas para recibir informaciones. Las envían al cerebro para que este nos haga interpretar, comprender y expresarnos en el mundo.
Podemos dividirlos en 3 categorías:
Interocepción:
sensaciones internas como las emociones, la meditación, la ansiedad, el dolor, el latido del corazón, la forma en que respiras…
Exterocepción:
sensaciones externas como el tacto, gusto, visión, audición, olfato, mas conocidos como los 5 sentidos.
Propiocepción:
coordina los movimientos corporales como el ritmo y la posición del cuerpo en el espacio que ocupa. Aunque está considerado como parte de la interocepción, me gusta relacionarlo a parte, ya que en mis clases es un sentido muy explorado intencionadamente, de esta manera, listo 6 sentidos.
Interactuar de forma consciente con los seis sentidos produce un cambio en la conciencia:
“una mejor y clara percepción del mundo interior y una percepción distinta del mundo exterior”
Así nos afirman Aloka Marti y Joan Sala en su libro Despertar La Conciencia a Través del Cuerpo.
Debemos trabajar para rescatar esos sentidos que están tan presentes en la vida de los bebés y que lo perdemos, o mejor, dejamos que se escape mientras nos hacemos mayor.
- El olfato es un gran activador de la memoria.
- Con el tacto se puede ver con los ojos cerrados, es un entrenamiento de la sensibilidad.
- Para oír bien debemos poner atención en el momento presente.
- La vista tridimensional y bidimensional nos ayuda en el proceso de aprendizaje
- El gusto juntamente con el olfato nos puede transportar hacia otros mundos.
- El propioceptivo es considerado el 6º sentido, el sentido del movimiento y la orientación espacial.
Entrenarlos de manera consciente nos ayudará a refinarlos y explorarlos para vivir de manera más equilibrada. Vivir el momento presente y estar atentos es la forma de recuperarlos.
Algunos ejercicios para ponerlos en práctica:
- Identificar ruidos externos, observando cual está cerca y cual está lejos.
- Explorar libremente los movimientos de yoga ocular: mirar hacia arriba, abajo, izquierda, derecha y hacer círculos con los ojos sin moverse la cabeza.
- Comer un alimento con los ojos cerrados.
- Disponer diferentes tipos de aceites esenciales simples para oler con los ojos cerrados.
- Cerrar los ojos y darte un auto masaje con tacto profundo.
- Explorar como posicionas las partes de tu cuerpo, sin interferencia de la vista, mientras haces las posturas en la clase de yoga.
¿Has experimentado hacer una clase de yoga con antifaz puesto?
Si aún no has experimentado te invito a que lo hagas. He probado en algunas ocasiones en mis clases y l@s alumn@s dicen que la experiencia cambia por completo. Hay una mayor escucha interna, la atención plena es constante y la integración con cuerpo, mente y emociones es del 100%.
PAUSAS O RINCONES SENSORIALES EN LAS CLASES DE YOGA PARA NIÑOS.
En las clases de yoga para niños, trabajamos los sentidos para que los niños puedan percibir mejor su entorno y estar receptivos a disfrutar de sensaciones internas que antes podrían pasar desapercibidas. Rescatamos estímulos que se van perdiendo a medida que hacemos mayores y empezamos a desconectar de nosotros mismos.
Lo que yo propongo es utilizar las pausas sensoriales, de manera que despierten en los niños una sensación de conexión, trabajadas en parejas para potenciar la práctica. Se trata de conectar con sus estímulos sensoriales de una manera relajada, en un ambiente integrador y agradable.
Hay una diversidad de elementos con los que se pueden construir rincones sensoriales: arena sensorial, plastilina, pintura de dedos, pompas de jabón, sabores, aromaterapia, elementos para masajes, cajas sensoriales, instrumentos musicales, cajas de música y elementos de conexión interior, como puede ser el trabajo de los chakras.
En esta sesión que duró 90 minutos, construí 6 rincones:
- Rincón de los masajes con accesorios diversos.
- Rincón de las posturas: utilicé las cartas de Bowspring Yoga, en un juego divertido en que ellos dirigen la postura mientras el compañero la ejecuta.
- Aromaterapia con aceites esenciales.
- Rincón de los chakras.
- Rincón del mandala con elementos (éstos, pueden ser variados, como elementos naturales, representativos de las 4 estaciones, o cualquier tipo de elementos. ¡Creatividad al poder!).
- La caja secreta de los sentidos: se coloca diferentes materiales y texturas y el niño tiene que tocarlo, observar con las manos, sentir y visualizarlo antes de responder.
Lo primero es explicarles cómo vamos a trabajar para no crear ansiedad y falsas expectativas.
El juego empieza por organizar parejas aleatoriamente. Así que, utilicé un juego que se titula “cada oveja con su pareja” Se utilizan tarjetas duplicadas con dibujos de animales. A continuación, se las reparten en sala. Al oír la música tienen que bailar intercambiándose las tarjetas. La música se para y la tarjeta que tienen en mano deben reproducir el sonido para que de este modo encuentren su pareja.
Luego, con las parejas hechas, hemos hecho un juego de confianza con los ojos vendados. Uno por delante y otro por detrás, que va guiando según las instrucciones de la maestra.
Empezamos por parejas a trabajar los rincones de yoga. Se utiliza un reloj de arena de 5 minutos para que realicen el cambio de rincones. La profesora, en este caso, actúa como observadora, interviniendo solamente cuando sea necesario.
Como conclusión, dar enfoque a los sentidos en las clases de yoga tanto para adultos como para niños es un gran beneficio para que puedan lograr crear más consciencia y vivir de manera más equilibrada.
AbrazOoommmsss,
Keilla Dias