¿La fascia es entrenable?

Vamos por partes para entender.

“El movimiento es una función de todo el organismo y no de las partes individuales” Y el encargado de que eso sea así, es el Sistema Fascial, que determina la forma y la funcionalidad del cuerpo.

En la actualidad el área del movimiento está mirando más allá del sistema músculo esquelético e incorporando los conocimientos sobre el Sistema Fascial en los entrenamientos. Este tipo de entrenamiento si diferencia de los entrenamientos tradicionales porque incorporan estrategias para almacenar energía, optimizar la producción de colágeno e hidratación del cuerpo a través del movimiento.

¿Pero que es la fascia?

La fascia es una estructura interna multidimensional del tejido blando, una estructura fluida de soporte. “Conecta cada parte individual del cuerpo humano con el global”.

A través del entrenamiento físico orientado podemos interferir en la fisiología de la fascia para estimular y organizar sus fibras y su componente acuoso para mantener la viscosidad y la hidratación de este tejido, manteniendo así la red de tensión interna saludable.

De esta manera, podemos entender que nuestro cuerpo no está compuesto por energía estática, es dinámico, fluido y pulsante gracias a su composición.

Entender el funcionamiento del Sistema fascial nos permitirá crear un mejor programa de entrenamiento individual y grupal trabajando la performance del tejido, dando estímulos correctos en un entrenamiento selectivo, sea de yoga, pilates, educación física…

¿Cómo sé si el Yoga, Pilates o cualquier otro entrenamiento que hago trabaja la fascia?

“Cualquier tipo de ejercicio involucra la fascia, pero NO DE MANERA EFICIENTE y orientada” como comenta el Dr. Robert Schleip en su libro de edición en portugués “Fascia no Esporte e no Movimento”.

Uno de los poderes de la fascia es organizar nuestras estructuras internas, separando y uniéndolas a la vez, distribuyendo la carga interna y promoviendo una gran red de comunicación entre todas las partes a través de su refinamiento sensorial.

Dicho esto, debes conocer como a través del movimiento podrás aportar hidratación y elasticidad, como mantener la capacidad de deslizamiento entre capas internas y cómo activar los receptores y almacenar energía evitando desgastes en cada postura. Eso es posible aplicando los conceptos correctos en la práctica de las posturas de Yoga.

Cuando consigas integrar todas las partes del cuerpo en el movimiento estarás trabajando de manera eficiente y orientada contribuyendo para la mejora de la calidad del tejido conjuntivo y consecuentemente aportándote bienestar y equilibrio.

¿Cómo entrenar la fascia en mi práctica?

En una respuesta rápida: explorando las capacidades específicas de este tejido.

Para eso, empieza por aquí dando:

• Suavidad y fluidez. Evita bloquear articulaciones y relaja tus tejidos internos.
• Observa tu cuerpo interno y conecta con las sensaciones.
• Activa el tono y la direccionalidad correcta, o sea, dé estímulos para trabajar la multidireccionalidad del tejido con ritmo y velocidades adecuadas.

Recuerda que nuestro cuerpo es por naturaleza una unidad fascial que organiza nuestras estructuras internas, por lo tanto, como tejido interno que es, la suavidad y la fluidez son aspectos para tener en cuenta cuando queremos implicar los principios del entrenamiento fascial.

Otro aspecto importante es trabajar el tono uniforme y eso es posible cuando trabajas los conceptos de la biotensegridad.

El estudio de la fascia es un gran diferencial cuando se trata de movimiento y saber utilizar esa información en la práctica te convierte en un PROFESIONAL capaz de atender las necesidades de tus alumn@s de una manera más amplia y con más recursos disponibles. Y si eres ALUMN@ busca un profesional que se recicla y que sepa atender tus necesidades.

¿Te interesa saber más sobre este tema?

Si eres profesional del Yoga, Pilates o movimiento, tienes la oportunidad de conocer desde la base hasta los aspectos más relevantes para la aplicación de este tema en tus clases.

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Keilla Dias