El proceso alquímico en invierno
Las bendiciones de cada estación – invierno
Venimos del otoño, una estación que nos trae inestabilidad de por sí, pero es también cuando suelo invitar a mis alumnas a empezar a transitar un camino en el cual van reconociendo los patrones equivocados que están instaurados en el cuerpo, mente y corazón.
Poco a poco van liberando y dejando partir algunos de esos hábitos reconocidos como dañinos, como puede ser la forma de posicionar el cuerpo, la forma de anclarse en pensamientos y/o sentimientos y emociones negativas. Pero hay otros que exigen un nivel mucho más profundo de auto observación.
En invierno es cuando empieza un proceso alquímico que nos irá conduciendo a través de la auto observación para llevarnos hacia dentro, a reconocer nuestros patrones más oscuros, sea en el cuerpo físico, mental o emocional.
En este proceso de auto observarnos, nos damos cuenta de patrones repetitivos y que no habíamos tomado consciencia de ello, aparece entonces nuestras verdades ocultas. Cultivar la calma y la constancia con el corazón abierto y receptivo es muy importante en esta fase para poder gestionar lo que a veces se convierte en un proceso muy intenso.
El proceso alquímico poco a poco va transformando algo pesado y denso en algo ligero y luminoso coincidiendo con la llegada de la primavera.
Estamos listas para un nuevo despertar.
El proceso alquímico en invierno
Para adentrar en el invierno necesitamos conectar con la tierra y con nuestras raíces conectadas al corazón con una práctica más pausada y expansiva activando huecos, o sea, los espacios profundos detrás de cada articulación, representado metafóricamente por nuestro lado oscuro y así, poder encontrar herramientas para iluminar nuestro camino. Es la auto observación a través de la calma y la constancia, con el corazón abierto y receptivo.
Elemento: agua. Se equilibra con una práctica de raíces para favorecer seguridad y coraje.
Órganos: riñón y vejiga son los órganos más vulnerables en esta estación.
Asimilación de invierno
El cuerpo se transforma para guardar energía y nutrientes. Pide pausa para aquietar nuestra mente y descansar nuestro cuerpo.
Es el camino hacia nuestro interior, volver hacia nuestra casa y conectar con lo más íntimo de nuestro ser: profundizar, indagar y reflexionar sobre nuestra naturaleza y, sobre todo, sobre nuestro lado oscuro, reconociéndole para aprender a gestionarlo de la mejor manera posible.
Fuera se observa silencio, oscuridad, frio y quietud, pero en tu interior se halla la luminosidad de tu ser que siempre quiere brillar si le das la oportunidad y el espacio propicio para ello.
Trabaja la confianza en ti misma.
¡Tú puedes!
AbrazOoommsss,
Keilla Dias